¡Relájate y descansa! Disfruta de tus vacaciones lo máximo que puedas. Si aún no has tenido la suerte de poder hacerlo, ¡aprovecha las temperaturas durante tu tiempo libre! El verano, trabajes o no, está para disfrutar y sacarle máximo partido todo el tiempo que te sea posible.
La época estival es un tiempo de buenas temperaturas que, en ocasiones, pueden perjudicar a nuestra piel. Sabemos que sigues tu rutina de belleza diaria a rajatabla, y por ello no queremos que olvides que, durante esta época del año, no hay que escatimar en cuidados. ¡Refuérzalos! Te contamos las claves que no debes olvidar para cuidar tu piel durante las vacaciones a la vez que disfrutas con los tuyos y te relajas. ¡Tu cutis irradiará una luz propia del verano!
Clave 1: ¡No olvides la crema solar NUNCA!
El sol puede ser el mayor enemigo de nuestra piel si no nos protegemos adecuadamente. Cuando vayas a tomar el sol a la playa, a la piscina o al parque, protégete MUY BIEN para evitar quemaduras. Si aún no estás de vacaciones, ¡no bajes la guardia! Aplícate tu fotoprotector, pues de casa a la oficina el sol afecta lo mismo a tus zonas descubiertas. La falta de protección solar te expone a la posibilidad del envejecimiento prematuro de tu piel, manchas solares, quemaduras y problemas más graves.
Si ya has cogido color y piensas que no te vas a quemar, ¡ERROR! Sigue protegiendo tu piel pues, aunque no veas quemaduras visibles, puede estar sufriendo del mismo modo con los rayos solares. Y no olvides proteger todas las zonas de tu cuerpo cuando tomes el sol: los empeines, los párpados, los labios, las orejas y las plantas de los pies son los grandes olvidados de la playa.
Clave 2: Hidratación… ¡por dentro y por fuera!
Lo que ocurre en tu interior, de un modo u otro, siempre acaba reflejándose por fuera. No olvides beber mucha agua este verano y comer muchos alimentos que la contengan en altos porcentajes: ensaladas, sandías, melones, manzanas… ¡Y continúa con tu rutina diaria de belleza! No la abandones. Estés de vacaciones o no, es importante que mantengas tus tratamientos diarios mañana y noche, pues en verano nuestra piel corre un mayor riesgo de deshidratación. Limpieza facial, serum, crema, tónico, mascarillas, exfoliación una vez a la semana… Cada una tenemos nuestro método infalible, ¡saca tus armas de belleza y sé constante con el tuyo!
Clave 3: Sueño reparador
El sueño es el aliado esencial para la salud de nuestra piel. Si ya estás de vacaciones, no te fuerces: duerme al menos ocho horas diarias, ¡tu cutis lo agradecerá! La falta de sueño puede provocar retención de líquidos, hinchazón y molestas ojeras que apagarán la luz de tu rostro. Si aún sigues trabajando, no demores mucho el irte a la cama. Acuéstate temprano y disfruta de la belleza natural de tu piel por la mañana, ¡tu rostro despertará luminoso y descansado!
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