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Beber alcohol supone, en ocasiones, un mero acto social. Si eres de los que se preocupan por…
«No puedo dormir». ¿Acostumbras a beber alcohol? ¡Quizá eso tenga algo que ver con tu descanso! Existe una relación directa entre la calidad del sueño y el consumo de alcohol, pues beber reduce la profundidad del descanso y, por tanto, merma la capacidad para dormirse.
La falta de sueño perjudica el estado de la piel, así que tiene sentido pensar que dejar de abusar del alcohol mejorará la belleza de tu rostro. Dormir mal provoca bolsas, ojeras, piel cetrina, hinchazón… Piensa que, por la noche, tu rostro aprovecha para regenerarse, y alterar este proceso puede ser muy negativo para el estado de tu piel.
Dejar de beber alcohol no garantiza que consigas un rostro perfecto, pero reducir el hábito hasta eliminarlo por completo sí que puede contribuir mucho con la belleza de tu piel. El consumo habitual de alcohol provoca la aparición de lesiones a nivel cutáneo como las conocidas “arañas vasculares”, así como rojeces. Dejar de abusar de esta sustancia contribuirá a que el tono de tu piel se iguale, pues las rojeces no serán tan abundantes.
En lo que respecta a los cuidados de la piel, la hidratación es un paso más que fundamental. Beber alcohol provoca que tu cutis pierda agua: ten en cuenta que para la metabolización de esta sustancia se requieren altas cantidades de agua, por lo que la piel se deshidrata con mucha facilidad.
El alcohol no favorece nada la circulación, y también reduce los niveles de oxígeno en sangre. ¿Cómo se traduce esto a niveles cutáneos? El abuso de alcohol merma la producción de colágeno, provocando por tanto que el cutis pierda luminosidad, elasticidad y firmeza. Dejar de abusar del alcohol, por lo tanto, puede hacer que tu rostro se vea más firme que antes.