consejos de belleza | Cuidado de la piel
Una rutina de higiene facial es fundamental para mantener la salud y luminosidad de la piel. Sin…
Una rutina de higiene facial es fundamental para mantener la salud y luminosidad de la piel. Sin embargo, nosotros en casa podemos realizarnos una buena limpieza hasta cierto punto. Difícilmente podemos hacer frente a los daños de los factores externos como la contaminación, el estrés o el tabaco sin la ayuda de una profesional de la estética.
Los poros de nuestra piel supuran sebo, una sustancia grasosa y beneficiosa para la salud de nuestra piel. En ocasiones, esta sustancia se mezcla con las bacterias del ambiente que se encuentran sobre la superficie de nuestra piel, provocando la obstrucción de nuestros poros y formando puntos negros, incluso granitos y otras imperfecciones.
La única forma de evitar que esto ocurra es llevar una escrupulosa rutina de limpieza y ponerse en manos de una especialista para procurarnos una limpieza profunda y duradera. Además, previamente a cualquier tratamiento, debemos realizarnos una higiene facial profesional para asegurar que lo que se aplique a continuación tendrá los efectos deseados en nuestra piel.
Tras realizarnos una limpieza profesional notaremos la piel tersa y lisa. Además, la sensación de limpieza profunda será muy perceptible, el tono apagado se ilumina y la sensación reseca o demasiado grasa desaparecen. El resultado es una piel suave, brillante y con un aspecto saludable.
Recuerda que una limpieza casera nunca puede sustituir a una higiene facial profesional. Sobre la frecuencia, es fundamental realizarse, como mínimo, una por cada cambio de estación –aunque siempre depende del tipo de piel-.