Cuidado de la piel | la Cápsula del Tiempo BDR
Los sueros dermacéuticos son fluidos ultraligeros con una alta concentración de ingredientes activos. El tamaño microscópico de…
Los sueros dermacéuticos son fluidos ultraligeros con una alta concentración de ingredientes activos. El tamaño microscópico de sus moléculas permite que la piel los absorba rápidamente, llegando hasta las capas más profundas.
Actúan estimulando el metabolismo cutáneo, aportando hidratación, neutralizando las arrugas y difuminando las manchas. Pero, ¿son para todo el mundo?, ¿cuándo y cómo deben aplicarse? ¿son sustitutivos de las cremas?
En este post te contamos todo lo que debes saber sobre los sueros dermacéuticos: características, tipos y modos de uso.
Lo ideal es aplicarlos después de una adecuada higiene facial y siempre antes de la crema. Puedes ponerlos tanto por la mañana como por la noche. No obstante, si solo vas a hacerlo una vez al día es mejor por la noche, ya que durante las horas de sueño se produce una mayor reparación celular.
Como ya hemos dicho, los sueros dermacéuticos contienen una elevada cantidad de activos, por lo que unas gotas serán suficientes para notar toda su eficacia.
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Por norma general, los sueros suelen aplicarse a partir de los 30 años, aunque algunas personas los necesitan mucho antes (por un exceso de deshidratación, manchas, acné, etc.).
La filosofía de BDR es que cada piel es única y, por tanto, antes de comenzar a usar cualquier dermacéutico es imprescindible realizarse un diagnóstico profesional.
La respuesta es fácil: los dos son igual de importantes, son complementarios. Si bien la concentración del suero nos permite tratar las capas más profundas de la piel (tratando las imperfecciones, aportando luminosidad y tersura), la crema nos va a permitir sellar ese efecto, manteniendo los nutrientes y los niveles hídricos de la piel.
En BDR contamos con cinco tipos de sueros dermacéuticos pensados para tratar las distintas necesidades de la piel.