Primeros signos del envejecimiento: cómo detectarlos a tiempo

Todas sabemos que, a partir de cierta edad, entra en juego el proceso interno de envejecimiento de la piel y es necesario empezar a prestar más atención a su cuidado. Porque para un tratamiento anti edad adecuado, cuanto antes se comiencen a tratar los síntomas del envejecimiento, mucho mejor. Esto hace inevitable que una detección temprana sea fundamental.

¿Cómo detectar los primeros síntomas del envejecimiento?

A los 25 años empieza el proceso interno de envejecimiento cutáneo: el colágeno y la elastina, responsables de la firmeza de la piel, no se producen de forma tan eficiente. Además, la regeneración de la piel empieza a ralentizarse, y la luminosidad característica del rostro en la juventud comienza a perderse. Por esto es por lo que, a partir de esta edad, nuestro cutis empieza a mostrar esos primeros síntomas que es necesario atajar cuanto antes. Algunos ejemplos son:

• Las primeras arrugas:

Las fibras de colágeno y elastina que se encuentran bajo la dermis, comienzan a disolverse con el paso de los años. Esto conlleva la aparición de las líneas de expresión y las arrugas.

• Pérdida de elasticidad:

La pérdida de tonicidad y firmeza se hace evidente porque la piel del rostro comienza a “caerse”.

• Poros más visibles:

En mujeres con la piel grasa o mixta, uno de los primeros síntomas de la edad es que los poros se dilatan y se hacen más visibles.

• Tono desigual o manchas:

Puede deberse a desequilibrios hormonales, pero también por exposiciones al sol o por el tipo de cutis. Además, con la edad la piel se hace más fina y eso la hace más propensa a la aparición de manchas.

¿Cómo empezar a cuidar el cutis desde los primeros síntomas de la edad?

Lo mejor para que los primeros signos de la edad no causen estragos en nuestra piel es comenzar desde el primer momento con una buena rutina de cuidado facial.  Esta rutina tiene que tratar los síntomas desde el inicio, antes de que estén muy avanzados. Los pasos de esta rutina son:

• Limpieza de la piel en profundidad: realiza limpiezas profundas de forma regular y jamás te acuestes sin desmaquillar.
• Utiliza crema hidratante: a ser posible, que tenga factor de protección solar tanto en verano como en invierno.
• Cuida el contorno de los ojos con un producto adecuado a las necesidades de tu piel.
• Una vez por semana, utiliza un exfoliante facial que elimine las células muertas, para que la piel se vea más luminosa. Combínalo con una mascarilla revitalizante o purificante. ¡Notarás la diferencia!

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