Cuidado de la piel
¿Sabías que los ácidos cosméticos nos aportan cantidad de beneficios a la piel? Son ingredientes seguros y…
¿Sabías que los ácidos cosméticos nos aportan cantidad de beneficios a la piel? Son ingredientes seguros y efectivos en gran cantidad de productos dermaceúticos. Sus diferentes acciones en nuestra piel combinadas con las posibilidades de combinación entre ellos que ofrecen, genera grandes resultados a nuestra dermis.
A continuación, te contamos cuáles son los más conocidos, cómo y con qué se usan y cuál es su origen.
Está indicado para combatir el acné y el exceso de grasa en pieles con tendencia seborreica. Ayuda en la eliminación de residuos que taponan nuestros poros.
Usado junto con el ácido glicólico, su poder exfoliante es muy sorprendente. Es extraído de la corteza de árboles como el sauce.
Indicado para pieles sensibles e inflamadas. Tiene un gran poder antibacteriano y ayuda en la prevención de infecciones en la piel.
Este ácido proviene de la cebada, el centeno y el trigo. Se produce de forma natural en las semillas para ayudar a protegerlas de agentes patógenos.
Tiene un gran poder antioxidante en nuestra piel y aporta gran cantidad de luminosidad a nuestro rostro. Es un regulador del famoso pH y ayuda a la exfoliación y eliminación de células muertas. Combinado con minerales como el zinc, su uso en cosmética está indicado para pieles acneicas y tendencias seborreicas.
Proviene de frutos cítricos de la zona mediterránea, generalmente.
Su principal propiedad es su efecto renovador. Funciona como “peeling” y tiene una gran acción antiarrugas. Además, colabora en la hidratación de la piel y en la producción de colágeno. Su origen lo encontramos en la caña de azúcar, la piña o la remolacha.
Se trata de un compuesto que actúa protegiendo la piel del efecto de los rayos UV. Además, tiene un gran poder antioxidante y ayuda en la reducción de los niveles de azúcar y colesterol.
En cosmética, lo encontramos en sérum y ampollas antioxidantes, la mayoría de las veces en combinación con la vitamina C. Protege nuestra piel y está indicado para pieles secas.
Las hojas de los cereales o de las alcachofas son los mayores productores de este ácido.
Su principal característica es su eficacia exfoliante en pieles sensibles.
Lo podemos ver en cremas, jabones, champús o desmaquillantes. Funciona, además, como aliado en la eliminación de manchas solares y mejora la producción de colágeno y elastina en nuestra piel.
Se obtiene de la fermentación de la lactosa y es posible encontrarlo de forma natural en nuestro organismo.