Tecnología al servicio de la belleza
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Cuidado de la piel

La importancia de cuidar una piel joven

Todas hemos escuchado alguna vez aquello de «A ti no te hace falta crema, eres demasiado joven»….

Todas hemos escuchado alguna vez aquello de «A ti no te hace falta crema, eres demasiado joven». Es cierto que el envejecimiento de la piel y la aparición de las arrugas son algunas de las cuestiones que más nos preocupan a las mujeres, pero es una preocupación tardía. Antes de los 30, nuestra piel está lo suficientemente fresca y luminosa como para tenerla en cuenta. Un error de base que nos pasará factura con el paso del tiempo.

En cada franja de edad nuestra piel tiene unas necesidades distintas. Evidentemente, un rostro joven requiere menos dedicación, todavía exento de las arrugas y marcas de expresión que irá acusando con el paso del tiempo. No obstante, cada envejecimiento es único, no es una cuestión de edad, y si mimamos nuestra piel desde el principio conseguiremos que su «llegada» se retrase lo máximo posible.

Los inicios: el cuidado de la piel entre los 15 y 20 años

El primer escollo al que se enfrenta la piel tiene nombre propio: acné. Aunque no es exclusivo de este periodo de edad, los cambios hormonales asociados a la adolescencia tienden a incrementar la producción de hormonas androgénicas. Éstas segregan una mayor cantidad de sebo, obstruyendo los poros de la piel y dando lugar a la aparición de granitos y espinillas.

Entonces, ¿hay alguna forma de evitarlo? ¿Se puede corregir?

Es un error bastante frecuente pensar que el acné desaparece solo. Pese a tener un origen hormonal, si no se sigue un tratamiento adecuado para combatirlo es muy posible que sus efectos se prolonguen hasta la edad adulta.

Si quieres prevenir su aparición o al menos limitar sus efectos, te conviene incorporar los siguientes pasos a tu rutina de belleza:

  • Mantén el rostro limpio para deshacerte del exceso de grasa y las células muertas que quedan en la superficie y taponan los poros. Lo ideal es hacerlo dos veces al día, por la mañana y antes de acostarnos, usando un limpiador específico para cada tipo de piel. En este sentido, lo ideal es que una especialista en belleza de la piel realice un estudio previo. Son muchas las adolescentes con piel normal o seca que, guiadas por la aparición de granitos, recurren a un limpiador para pieles grasas. El resultado es una pérdida de hidratación y elasticidad que daña notablemente el cutis.
  • Seca la piel con una toalla limpia y hazlo con suaves toques, sin frotar. Así evitarás extender posibles infecciones, enrojecer o escamar la piel.
  • Olvida aquellos de que todas las cremas favorecen la aparición del acné. Muy por el contrario, un tratamiento adecuado contribuirá a regular la producción de sebo, restaurando el aspecto de la piel. Apuesta por productos poco oleosos y libres de aceite (oil-free).
  • La aparición de alguna que otra espinilla es casi inevitable en esta edad. En tales casos, ¡ni se te ocurra tocarlas! Es una acción instintiva, pero merece la pena contar hasta tres para evitar que la infección se extienda o reaparezca con más intensidad. Además, cuando apretamos los granitos estamos rompiendo la piel, lo que puede provocar marcas y cicatrices difíciles de eliminar.
  • En caso de tener una piel con alta tendencia acnéica, prescinde de los flequillos y melenas largas. Su contacto constante con la piel hace que se ensucie con más rapidez, generando nuevas impurezas.

Tu mejor momento: el cuidado de la piel entre los 25 y 30 años

Sin duda, la época dorada de nuestra piel. En este periodo, la mayoría de las mujeres hemos conseguido traspasar la frontera acnéica, mientras que la amenaza de las arrugas se presenta aún demasiado lejana. Es ahora cuando la piel tiene más tersura y brillo natural; exhala juventud y belleza, pero no por ello debemos abandonar su cuidado.

Nuestro ritual de belleza deberá guiarse por dos grandes prioridades: preservar la piel de los efectos dañinos del sol y buscar una hidratación constante.

  • El sol es una de las principales causas de la aparición prematura de arrugas y marcas de expresión. ¡No lo permitas! Protege tu piel durante todo el año, incluso en invierno, evitando la exposición directa entre las 14 y las 16 horas. Si tomas algún medicamento, antes de broncearte consulta con tu médico. Ciertos fármacos son fotosensibles, es decir, pueden desencadenar reacciones alérgicas, úlceras o quemaduras.
  • ¿Tienes una piel seca? ¿Con tendencia grasa? ¿Demasiado sensible? No lo decidas por ti misma. Consulta con un experto que te ayude a determinar las necesidades concretas de tu piel, manteniéndola hidratada en todo momento. Y no descuides el contorno de ojos, especialmente si eres fumadora o pasas largas horas frente al ordenador. Para tales casos, en BDR hemos desarrollado Re-Fresh Eyes, una máscara de gel refrescante formulada a base de FCE (Factor Crecimiento Epidérmico), colágeno marino, extracto de algas y ácido hialurónico. Su formato ocular cubre por completo la zona de los párpados, bolsas y ojeras, hidratándola en profundidad y calmando los tejidos para mostrar una piel más suave y radiante.
  • Si aún no has establecido un hábito de limpieza diaria ahora es el momento de incorporarlo, más aún si tu piel es de tendencia grasa. Pasados los 25, nuestra piel va perdiendo poco a poco su capacidad de regeneración natural, el colágeno y la elastina que la mantienen tersa y luminosa. Si quieres evitar la opacidad y retrasar los síntomas de fatiga exfolia tu piel al menos una vez por semana y límpiala por la mañana y por la noche para eliminar los restos de impurezas y prepararla para la hidratación.