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La exfoliación es uno de los hábitos más sencillos y rápidos que más beneficios aportan a tu…
La exfoliación es un procedimiento estético de los más agradecidos para tu piel, ya que, nada más terminar. Notarás cómo la superficie de tu piel está más lisa y suave. Esto ocurre porque, con la exfoliación, eliminas todas las células muertas que entorpecen que tu piel respire y brille.
Con una exfoliación regular, irás notando como esas manchas que tanto te molestaban, van atenuándose, incluso desapareciendo poco a poco. Tanto la hiperpigmentación, como las manchas solares o las marcas de acné son susceptibles de ir desapareciendo de tu piel gracias a una buena exfoliación. Esto ocurre porque, al retirar las capas superficiales, se van generando nuevas células sanas que cubren tu piel.
Con el paso del tiempo, la piel va perdiendo la capacidad de regenerarse. Por este motivo es imprescindible la exfoliación, ya que contribuye a activar tanto la circulación como la renovación celular.
La exfoliación puede incluso ayudarte a prevenir el acné. Cuando pasamos tiempo sin exfoliarnos la piel, las células muertas, la suciedad y la contaminación se acumulan sobre ella, taponando los poros. Esta es una de las principales causas de la formación de espinillas y puntos negros.
Una exfoliación regular te ayudará a igualar el tono de tu piel, ya que acaba con restos de maquillaje en los poros y fomenta la irrigación sanguínea. Ten en cuenta que la poca irrigación es una de las principales causas de tener el tono apagado y poco luminoso.
Además, contribuye a facilitar que los productos cosméticos que te aplicas cumplan mejor su función. Esto ocurre porque una buena exfoliación tiene nuestra piel libre de impedimentos para que los principios activos penetren en profundidad.
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