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Tras el verano, es habitual que al mirarnos al espejo notemos que nuestra piel no es la…
Tras el verano, es habitual que al mirarnos al espejo notemos que nuestra piel no es la misma. Una tez apagada y opaca es consecuencia de la acumulación de células muertas en la superficie. De esta forma, La Luz se dispersa por el rostro, dando lugar a la pérdida de luminosidad.
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La mejor forma de prevenir la falta de luz en el rostro es una buena rutina de belleza. Si conseguimos limpiar, tonificar, hidratar y nutrir nuestra piel a diario, conseguiremos que no luzca tan apagada.
Es muy importante una buena limpieza facial y una exfoliación con el fin del retirar todas las células muertas de la superficie cutánea. También es fundamental, evitar que se acumulen restos de maquillaje, grasa y contaminación en la dermis.
Una. forma clave de cuidar nuestra piel es también la hidratación. Aplicar crema hidratante tras la limpieza y exfoliación de la piel es la forma de lucir una piel más resplandeciente.
Además, el uso de protectores solares de FPS 15 o más, alivia los daños que el sol puede producir en nuestra piel.
El tratamiento ideal para solucionar este problema estético es sin duda La cápsula Luminosidad. Indicada especialmente para pieles apagadas, este tratamiento de 45 minutos devuelve a tu piel el aspecto radiante que se merece.