Tecnología al servicio de la belleza
·
Tecnología al servicio de la belleza
·
Tecnología al servicio de la belleza
·
Tecnología al servicio de la belleza
·
Tecnología al servicio de la belleza
·
Tecnología al servicio de la belleza
·
Tecnología al servicio de la belleza
·
Tecnología al servicio de la belleza
·
Tecnología al servicio de la belleza
·
Tecnología al servicio de la belleza
·
Tecnología al servicio de la belleza
·
Tecnología al servicio de la belleza
·

Cuidado de la piel

Cosas de tu piel que deberías saber

La piel perfecta es un mito, todas tenemos imperfecciones, sufrimos sequedad o exceso de grasa, nos salen…

La piel perfecta es un mito, todas tenemos imperfecciones, sufrimos sequedad o exceso de grasa, nos salen granitos, rojeces, manchas… Sin embargo, cuanto más sepas sobre tu piel y los productos que la mejoran o la empeoran, más fácil te resultará mantenerla sana. ¡Toma nota!

Los odiosos granitos

De vez en cuando nos salen granitos rojos, normalmente causados por la sudoración o el estrés –bajo los brazos, en la cara, etc.-, y lo único que puede ayudarnos a combatirlos y reducir su aparición es la hidratación suave pero constante que combata el rebote de los granitos, de hecho, una buena hidratación soluciona la mayor parte de las lesiones cutáneas leves y, sobre todo, previene problemas futuros de la piel.

Merece la pena invertir un poco más en productos que te aplicas todos los días en el rostro (como la crema de día), a la larga, ofrecen mejores resultados y más duraderos que las cremas baratas.

¡Protégela!

La protección solar alta marca la diferencia entre una piel con manchas y una sin manchas. Tanto en la cara como en las zonas del cuerpo que exponemos a los rayos del sol durante todo el año es necesario aplicar productos con factor de protección solar alto. ¿Sabías que la zona de los ojos y los labios es donde primero se hacen visibles las manchas producidas por el sol? A este respecto, conviene hablar de los tipos de pecas que podemos tener en nuestra piel: las que tenemos desde que nacemos y las que se producen por la exposición al sol, que se presentan en pieles dañadas por el sol y suelen tener formas irregulares.

Un poco de exfoliación

Una exfoliación moderada es lo ideal, no debemos pasarnos. No es bueno para nuestra piel exfoliarnos de forma profunda todos los días, y mucho menos si tienes la piel sensible. Puedes utilizar alguna crema con retinol que realice una exfoliación muy suave y que estimule y suavice tu piel, o un cepillo facial que limpie tu rostro de forma suave y prepare la piel para los productos que apliques posteriormente, ¡son una maravilla!

Antiedad

A veces las cremas anti edad pueden ser muy densas, incluso grasas, y para pieles con tendencia acnéica no son recomendables. De hecho, los dermatólogos advierten de que la edad media en la que se produce el acné es a los 27 años. tenlo en cuenta a la hora de comprar cremas que combatan las primeras arrugas.

Cómo desmaquillarnos

Para desmaquillarnos correctamente, lo ideal es aplicar una solución micelar o gel que retire las impurezas de una forma no agresiva y respete el equilibrio fisiológico de nuestra piel.

¿Alergias espontáneas?

¿Sabías que puedes desarrollar alergia a un producto determinado después de llevar años usándolo? De repente sufres una reacción alérgica en el cuero cabelludo, en las manos, o en la cara, y te preguntas cómo puede ser si llevas años usando el mismo champú y crema corporal y nunca antes te había dado problemas. Sin embargo, a veces no nos damos cuenta de que la piel es un órgano vivo que evoluciona, como cualquier otro, y puede desarrollar una alergia pasadas horas, días, incluso años.

Preocupaciones innecesarias

Si ves que te salen venitas por el rostro no te preocupes, no denotan que tengas ningún problema en la piel, se producen cuando adelgazas o cuando la piel envejece, no son nada malo, muestran la evolución natural de tu cutis.

La piel necesita tiempo

Y, por último: deja de probar mil productos a la vez. ¿Por qué? Hay dos razones principales: la primera, los productos cosméticos requieren un tiempo de adaptación a nuestra piel y nuestro cuerpo antes de que se hagan visibles sus resultados, por eso, si no funciona en la primera semana, dale otra oportunidad y no te empieces a aplicar otro producto inmediatamente; la segunda, ese cambio incesante de compuestos que absorbe tu piel, es un agravante indiscutible del acné. ¡Evítalo!