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El aroma que desprendes dice mucho de ti; transmite una parte de tu personalidad que permanece y…
El aroma que desprendes dice mucho de ti; transmite una parte de tu personalidad que permanece y los demás guardan en su memoria. Como decía Jean Paul Gautier, “El perfume es la forma más intensa de recuerdo”.
Por todo ello, la tarea de elegir fragancia no puede llevarse a la ligera. Debemos tomárnoslo muy en serio hasta encontrar aquella con la que nos identifiquemos al 100%. Pero… ¿Eso cómo se hace?
¿Cómo eres? ¿Qué te gusta? ¿Qué cosas son las que te emocionan? Aunque consultes con un perfumista experto, hay ciertas cosas que solo tú puedes saber: las esencias que mueven tus deseos, las que despiertan tus recuerdos o te provocan emociones.
Los perfumes conectan con una parte demasiado íntima de nuestro ser como para dejarlo en manos de otros. Por ello es importante que te tomes tu tiempo, que sientas el olor, los sentimientos que te sugiere, cómo te hace sentir…
Aunque el gusto y el tipo de piel son mucho más determinantes, hay matices asociados a caracteres muy concretos:
Cuando vayas a comprar el perfume ve sin perfumar para evitar confusiones con tu propio aroma. Lo ideal es usar primero un papel secante en el que aplicaremos un máximo de cuatro perfumes (una mayor cantidad podría falsear el olor), probando después en la muñeca los dos que más nos gusten (nunca en la misma mano).
Deja que el alcohol se vapore para poder apreciar las primeras notas del perfume y, después, espera. La esencia necesita evolucionar en tu piel para dejar al descubierto las notas del corazón de la fragancia (éstas pueden tardar en desvelarse entre 20 minutos y 1 hora).
¿Qué hay de ese olor más profundo? ¿Te gusta? Para asegurarte, lo mejor es que esperes un día para comprar el perfume, así le darás tiempo a desarrollarse.
Porque la reacción con la piel es vital en la evolución de la fragancia. Hay personas que tienen un pH más ácido y provocan unos resultados muy distintos a las que no lo tienen. De hecho, se dice que a las pieles grasas les sientan mejor los aromas cítricos, mientras que las más secas prefieren fragancias fuertes que permanezcan.
Cuando hayas encontrado tu perfume ideal, guárdalo en un lugar apropiado, donde no haya humedad ni cambios bruscos de luz ni temperatura para que se conserve el mayor tiempo posible.