Cuidado de la piel
Si tienes una piel con tendencia grasa, con granitos o marcas producidas por el acné seguro que…
Si tienes una piel con tendencia grasa, con granitos o marcas producidas por el acné seguro que te maquillas de forma habitual. ¡Es el mejor método de camuflaje!
Pero para que las imperfecciones realmente se disimulen y tu piel no corra riesgos, necesitas una buena técnica y dos máximas: limpieza extrema y productos adecuados.
En este post te contamos los pasos imprescindibles mimar una piel con acné antes, durante y después del maquillaje. Y tú, ¿los sigues?
Ya hemos dicho que una buena limpieza es la clave para mantener a raya los granitos. En este sentido, antes de empezar a maquillarte es muy importante que limpies bien el rostro.
En casos muy extremos puedes usar un jabón específico pero, ¡ojo! Estos productos son muy astringentes y a la larga pueden producir un efecto rebote: obstruyen los poros e impiden la expulsión natural de sebo provocando nuevas impurezas. Intenta reservarlo para aquellas ocasiones en que tu piel esté más sucia.
Para el día a día en BDR recomendamos usar Re-move pH Pure Harmony, un limpiador más ligero a base de plata micronizada. Gracias a sus activos antibacterianos ejerce un efecto curativo, evitando las irritaciones y permitiendo a la piel respirar.
A continuación, aplica una crema hidratante de textura suave y un contorno de ojos para preparar tu piel. Si quieres inmediatez, te recomiendo que apuestes por un sérum. Se absorbe con más rapidez, aportando una hidratación en profundidad.
Las pre-bases son también una buena opción, pero solo si tu piel es excesivamente aceitosa. Si te decides a usarlas, busca asesoramiento profesional y hazte con un producto adecuado que te ayude a eliminar los brillos aportando uniformidad.
Antes de ponerte manos a la obra asegúrate de que tu kit de maquillaje tiene todas las herramientas:
Esto es todo lo que necesitas para una cobertura perfecta y, por supuesto, jabón neutro, agua y un poco de alcohol para desinfectarlas cuando termines.
Piensa que en cuestión de maquillaje menos es más. A menudo cometemos el error de aplicar una capa muy densa para ocultar las impurezas, pero solo conseguimos realzarlas y hacerlas más visibles.
Si quieres que el resultado sea muy natural, opta por una base del mismo tono que tu piel y aplícala dando suaves toquecitos desde dentro hacia fuera del rostro. Con las brochas y esponjas conseguirás una cobertura más fuerte y uniforme, perfecta para ocultar cualquier fallo.
Sirviéndote del pincel, pon un poco de corrector verde sobre todas las imperfecciones: granitos, cicatrices, poros abiertos… Este color es el que utilizan los maquilladores profesionales para neutralizar las zonas enrojecidas, pero vigilando siempre que la capa no quede demasiado gruesa.
Truco: usa una esponja desechable para maquillar los granitos y tírala al terminar. Así te asegurarás de no expandir la infección.
Una vez que hayas puesta la última capa de base fluida pon fin a los brillos con polvos sueltos. Conseguirás un acabado mate, homogéneo, haciendo que tu maquillaje dure mucho más tiempo.
Truco: lleva siempre contigo unas tiras anti-brillos y una polvera de polvos sueltos para darte unos retoques siempre que sea necesario.
Es un truco muy antiguo, pero da muy buenos resultados. Si quieres que no se fijen en tus puntos negros, ¡lo mejor es desviar la atención! Destaca tu mirada con un perfilado gráfico y combínalo con un labial de color intenso. Seguro que nadie repara en tus marcas.
Al margen del maquillaje, es esencial seguir un tratamiento riguroso para mitigar el acné. En BDR tenemos tres tipos de cápsula para minimizar sus efectos, aunque lo mejor es realizar un tratamiento combinado de 8 cápsulas (1xA + 2xB + 5xC).