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Cuidado de la piel

Oxigenoterapia facial: una nueva vida para tu piel

Quédate con el nombre de la última tendencia en rejuvenecimiento facial: la oxigenoterapia facial. Un novedoso tratamiento…

Quédate con el nombre de la última tendencia en rejuvenecimiento facial: la oxigenoterapia facial. Un novedoso tratamiento estético que, a través de la penetración de oxígeno en la piel, consigue que ésta sea vea mucho más luminosa y vital.

El oxígeno es parte fundamental de la vida. Todos los seres vivos lo necesitan y en nuestro cuerpo, se encuentra de forma abundante y mayoritaria. Párate a pensarlo: si tú necesitas oxígeno para vivir, ¿cómo tu piel, como el órgano más extenso de tu cuerpo que es, no iba a necesitarlo?

Y es que, efectivamente, las células de la piel utilizan el oxígeno para fabricar colágeno, elastina y otras proteínas responsables de su vitalidad y firmeza. Por ello, la oxigenoterapia es un tratamiento tan efectivo a nivel anti edad, gracias a que estimula la microcirculación de la sangre y que puede aplicarse a cualquier tipo de piel y también en las manos, el cuello o el escote.

¿Para qué edades se recomienda este tratamiento?

Es un tratamiento ideal a partir de los 30 años, aunque también es altamente recomendable para pieles maduras. En el primer caso, los resultados buscados son combatir los primeros signos del envejecimiento y lucir una piel más luminosa; en el segundo, se busca mejorar la apariencia de las arrugas, estimular la producción de colágeno (que con el paso del tiempo es cada vez menor) y combatir la flacidez.

¿Cuáles son sus beneficios?

Nuestro ritmo frenético de vida, acompañado de una dieta no siempre saludable y otros hábitos poco aconsejables como consumo de tabaco o alcohol, hacen que nuestra piel se resienta. Es por ello que el uso alternativo del oxígeno que propone la oxigenoterapia está especialmente indicado si se quiere mejorar tanto el aspecto, como la hidratación y tersura de la piel.

Sus múltiples beneficios han convertido a la oxigenoterapia en una de las técnicas más novedosas en cuanto a tratamientos antiedad no invasivos, lo que le ha valido su éxito en países como Estados Unidos o Inglaterra. Entre otras propiedades, se encuentran:

  • Hidratación profunda: el oxígeno consigue hidratar la piel en profundidad, lo que ayuda a que esté más sana (por dentro y por fuera).
  • Reducción visible de las arrugas: gracias a que estimula, como hemos indicado, la producción de colágeno y a que tiene un efecto “rellenador”.
  • Gran poder antioxidante: por lo que ayuda a combatir los radicales libres y a disminuir sus efectos.
  • Tratamiento anti poros y del acné: la oxigenoterapia ayuda a reducir los poros y también es un buen aliado en el tratamiento del acné (añadir link al post del acné en adultos).
  • Despigmentante: gracias a sus propiedades despigmentantes, puede contribuir a atenuar ojeras y manchas en la piel.
  • Efecto relajante: elimina la tensión en la piel y músculos del rostro, combatiendo los signos de la fatiga.
  • Luminosidad y vitalidad: una piel que no esté suficientemente hidratada y oxigenada, no puede ser una piel bonita. La oxigenoterapia se ayuda de las propiedades beneficiosas del oxígeno puro para devolverle a la piel la luminosidad y vitalidad perdidas con los primeros signos del envejecimiento.

¿En qué consiste el tratamiento?

En la oxigenoterapia, el oxígeno se aplica en la piel con un 95% de pureza. El tratamiento suele durar una hora y media y puede aplicarse en varias sesiones para un mejor resultado (el número de sesiones ideal son 6, siendo posible tomar alguna sesión de mantenimiento, pero esto siempre irá en función de las necesidades y la piel de cada persona). Además, los efectos empiezan a notarse desde la primera sesión y pueden prolongarse siguiendo una adecuada rutina de cuidado facial, limpieza e hidratación, en casa.

El proceso consta de diferentes fases que pueden variar dependiendo del centro en el que se lleve a cabo, pero casi siempre, se sigue un mismo protocolo:

  • Se limpia la piel para liberarla de suciedad y células muertas a través de una exfoliación. Esto hará que el oxígeno penetre mejor a través de la dermis.
  • Se realiza un masaje drenante y relajante, que ayudará a la asimilación del oxígeno y favorecerá la absorción de los productos aplicados en las fases posteriores.
  • Se realiza un “barrido” directamente sobre la piel del rostro con una especie de pistola que aplica el oxígeno puro a presión.
  • Se aplica un tratamiento (generalmente en ampolla o en mascarilla y personalizado según las necesidades de cada persona) con principios activos naturales como el té verde o la jojoba, combinados con ácido hialurónico o vitaminas, que nutrirán la piel y la mantendrán hidratada.