Tecnología al servicio de la belleza
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Cuidado de la piel

Aceites cosméticos, ¿también en verano?

Desde hace siglos, las propiedades y beneficios de los aceites han sido utilizados y aprovechados en cosmética,…

Desde hace siglos, las propiedades y beneficios de los aceites han sido utilizados y aprovechados en cosmética, consiguiendo grandes resultados a nivel anti edad y también a la hora de mantener la piel sana y protegida, gracias a su alto contenido en ácidos grasos esenciales y vitaminas. En la actualidad, se ha convertido en uno de los productos imprescindibles para cuidar la piel del rostro, pero también la del resto de cuerpo, el cabello o las uñas.

El aceite de almendras (poderoso humectante que previene la aparición de estrías); el de argán (con alto contenido en Vitamina E, que ayuda a prevenir el envejecimiento); el de coco (que limpia la piel y fortalece el cabello); el de rosa mosqueta (con una conocida función regeneradora y alto contenido en antioxidantes) o el aceite de oliva (que fortalece el cabello y le devuelve su brillo natural, además de hidratar la piel en profundidad); son algunos de los aceites más populares y utilizados.

Déjanos adivinar: probablemente, lo último que te apetece en verano, con las altas temperaturas o el exceso de sudoración, es utilizar aceites cosméticos. Seguro que piensas que lo único que puedes conseguir con ellos, en esta época del año, es una sensación pegajosa en la piel o grasa en el cabello. Sin embargo, los avances en la cosmética han dado lugar a aceites de última generación, con texturas sedosas, principios activos e ingredientes naturales que pueden ayudarte a conseguir una piel más bella o un cabello más brillante y fuerte.

Y es que, aplicado de forma tópica, el aceite tiene múltiples beneficios en todo tipo de pieles. Es bueno para las más secas por razones evidentes (tiene propiedades humectantes, protectoras y nutritivas), pero también es recomendable para las pieles mixtas o grasas. Aceites con propiedades seborreguladoras como el árbol de té, la jojoba o la lavanda, ayudan a equilibrar la producción de grasa de la piel. Además, otros beneficios son:

  • Limpieza: aunque no lo creas, los limpiadores oleosos son muy indicados para arrastrar las impurezas del rostro. En la cosmética coreana (cuyo ritual de belleza se caracteriza, precisamente, por una doble limpieza), se incorporan este tipo de limpiadores con aceites, por su eficacia.
  • Hidratación: los nutrientes de los aceites previenen la sequedad y aportan elasticidad a la piel. Además, se encargan de mantenerla saludable y de contrarrestar los signos de la edad.
  • Protección: los aceites contienen, sea invierno o verano, un sinfín de cualidades protectoras y reparadoras. Es por ello que el calor del verano no debe ser una excusa para dejar de utilizarlos, ya que las temperaturas extremas, sean frías o calurosas, dañan del mismo modo la piel, haciendo que su capa protectora se resienta.

Por otro lado, para el cabello no existe aliado más natural y nutritivo que el aceite. Incluso para el pelo con tendencia grasa, existen aceites que contribuyen a eliminar y a regular esa sensación: el aceite de limón, por ejemplo, ayuda a eliminar todo tipo de suciedad y grasa en el cabello. Y, entre otros beneficios para el pelo, el aceite le aporta:

  • Nutrición: con muy poca cantidad de producto y aplicado sólo de medios a puntas, el cabello adquiere los nutrientes que necesita para mantenerse sano.
  • Hidratación: la textura del aceite se adhiere a la fibra del pelo y por eso es especialmente recomendado para los cabellos secos.
  • Reparación: la textura del aceite tiene, además, un efecto reparador, ya que sella la cutícula y la flexibiliza, reduciendo el índice de rotura del cabello y haciéndolo más fuerte, sobre todo, frente al uso de planchas o secadores.
  • Brillo: cuando el cabello está dañado, no refleja la luz y, por tanto, la melena se ve opaca. Aceites como el de argán o el de oliva son los más recomendables para obtener brillo y devolverle al pelo toda su vitalidad.

Tu aliado de belleza… también en verano:

Por todas estas razones, y aunque debería serlo durante todo el año, el aceite tiene que seguir siendo un básico en tu rutina de belleza en verano. Es en esta estación cuando la piel o el cabello están más deshidratados o se dañan a causa del salitre, el cloro de las piscinas o el calor.

A nivel de protección solar, los aceites ofrecen un factor igual al de las cremas pero, además, las nuevas texturas y fórmulas contribuyen a hidratar la piel sin dejarla pringosa y a proporcionarle una textura aterciopelada. Es posible, además, aplicarlos en el rostro sin sentir que la grasa (especialmente en la zona T) se acumula y, si además contienen ingredientes naturales, sus efectos regeneradores en el rostro se multiplican.