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Cuidado de la piel

Consejos para cuidar la piel grasa en verano

¿Cómo afecta el verano a la piel grasa? ¿Es amigo o enemigo? Depende cómo se mire. Es cierto…

¿Cómo afecta el verano a la piel grasa? ¿Es amigo o enemigo? Depende cómo se mire. Es cierto que el calor acentúa algunas de sus características más molestas: brillos, aspecto oleoso, poros dilatados… Ahora bien, como contrapunto, el sol puede ayudarnos a matizar las impurezas y granitos propios de este tipo de piel. Basta con tener una higiene rigurosa y no descuidar nuestra rutina de belleza.

En este artículo te proponemos algunos consejos para cuidar la piel grasa durante el periodo estival,  consiguiendo luzca sana y más bonita que nunca. ¿Te apuntas?

1# Baño de sol

Ya hemos dicho que el sol puede ser un gran aliado de las pieles grasas, ya que regula las secreciones de sebo y tiene un efecto antiinflamatorio. Ello supone una reducción visible de la grasa y las impurezas, si bien puede tener un efecto rebote si no se toman las precauciones adecuadas.

Un error bastante extendido es el de prescindir del protector solar. Guiadas por el afán de secar aún más la piel grasa, lo que conseguimos es que nuestro organismo active sus mecanismos de defensa natural contra los rayos ultravioletas: mayor producción de sebo y engrosamiento del cutis (queratinización). Eso por no mencionar los riesgos para la salud que conlleva una exposición sin pantalla protectora…

Para evitar que las lesiones reaparezcan y que nuestra piel se ensucie más de la cuenta debemos usar siempre un fotoprotector no comedogénico, libre de aceites y de alcohol.

2# Limpieza en profundidad

El gran problema de las pieles grasas es que se ensucian con mucha facilidad, especialmente en verano. La dilatación de los poros y exceso de sudoración pueden dar a nuestra piel un aspecto de dejadez muy poco estético.

Para combatirlo, limpia tu rostro en profundidad dos veces al día con agua tibia o fría para evitar que se irrite. Lo ideal es recurrir a un jabón antiséptico, sobre todo en pieles con tendencia acnéica, realizando una primera jabonada al despertarnos y otra antes de irnos a dormir.

En cualquier caso, merece la pena consultar a un especialista antes de escoger los productos de limpieza. En muchos casos, las mujeres con pieles grasas tendemos a escoger un limpiador demasiado agresivo pensando que será más efectivo contra el sebo. Todo lo contrario: al restar hidratación a la piel, ésta produce más grasa para contrarrestar el efecto.

3# No sin tu hidratante

Deshecha la creencia de que las pieles grasas se hidratan por sí mismas y que las cremas solo sirven para aportar más grasa. Este falso mito solo te llevará a dañar tu piel, consiguiendo que envejezca antes de tiempo.

A diferencia de las pieles secas, las grasas no necesitan una hidratación contante. Sobre todo si se trata de una piel joven, a menudo bastará con aplicar un producto de acción nocturna para acentuar el efecto regenerador. De nuevo, conviene ponerse en manos de un experto que determine las necesidades concretas de tu piel y te ayude escoger el producto adecuado.

El BDR aconsejamos el uso de Re-vital PH Balance Care, una emulsión de efecto múltiple. La plata micronizada tiene un efecto bactericida, mientras que otras sustancias como Matryxil aumentan la regeneración de la piel, haciendo de esta emulsión una combinación perfecta de hidratación, cuidado y rejuvenecimiento, respetando al máximo las necesidades especiales de una piel grasa. Conseguirás un tono mate y uniforme.

4# Cuidado con el maquillaje

Evita las fórmulas grasas o demasiado densas y ten siempre a mano unas toallitas antibrillos para eliminar el exceso de grasa que se va acumulando durante el día. Lo mejor es optar por una base compacta no comedogénica, sellándola con polvos matificantes. Su poder astringente te ayudará a controlar los brillos.

Y, por supuesto, no se te ocurra aplicar el maquillaje directamente. Utiliza una esponja o una brocha para conseguir un acabado más natural y límpialas bien cuando termines para evitar que se contaminen, acumulando grasa y suciedad.

5# Jamás duermas maquillada

Es una lección aprendida, pero nunca está de más repetirlo: el peor ataque que podemos lanzar a nuestra piel es pasar toda una noche bajo los efectos del maquillaje. El proceso de reparación natural es mucho mayor cuando dormimos, por ello es fundamental preparar la piel para sacarle el máximo partido, consiguiendo que recupere toda su vitalidad y luzca perfecta por la mañana.

El primer paso es, pues, desmaquillarla. Ahora bien, algunos productos excesivamente agresivos reducen el PH natural de la piel (5,5), haciendo que se destruya su capa protectora.

Para respetar la capa hidrolipídica y eliminar adecuadamente todos los residuos, en BDR te aconsejamos usar Re-move PH Pure Harmony, una leche limpiadora ideal para pieles grasas o con impurezas, con efecto antiinflamatorio y regenerador, que reduce las secreciones sebáceas aportando frescor al rostro.

Truco: Este limpiador es altamente tratante, te recomendamos usarlo una vez a la semana a modo de mascarilla.

6# Acaba con las células muertas

La exfoliación es otro paso clave que no puedes saltarte, ya que supone acabar con las impurezas y células muertas que ensucian la piel y que resulta difícil eliminar con la rutina diaria de limpieza. Sobre todo en el caso de las pieles grasas, es la mejor técnica para prevenir la acumulación de grasa y la formación de puntos negros.

Puedes realizarla entre una y dos veces por semana, preferiblemente por las mañanas. Como complemento, puedes usar Re-action Tonic, un tónico exfoliante de uso diario con un efecto de suave abrasión que elimina las células muertas, cerrando los poros y dejando la piel profundamente renovada.

7# Ojo con la mala alimentación

Algunos alimentos pueden sabotear nuestra rutina beauty, ya que su consumo excesivo estimula la producción de grasa. No permitas que ocurra restringiendo las comidas excesivamente grasas o saladas, evitando los productos precocinados o con azúcares añadidos.

Te conviene, asimismo, limitar el consumo de bebidas alcohólicas. Éstas tienden a dilatar los vasos sanguíneos, obligando a nuestro hígado a trabajar el doble para deshacerse de las toxinas, lo que empeora visiblemente el aspecto de la piel.

8# Duerme bien

El secreto de una piel bonita pasa por un sueño placentero y reparador. Esto es así en cualquier época del año, pero más aún en verano, cuando el castigo del sol requiere poner en marcha toda la maquinaria reparadora.

Si te cuesta conciliar el sueño, prueba a tomar una infusión relajante antes de irte a la cama. Valeriana, tila o pasiflora son algunos de los ingredientes que mejor funcionan.

Y, para terminar, un último tip: no olvides cambiar la funda de tu almohada cada dos días. La tela también acumula suciedad y células muertas, de modo que si quieres combatir la piel grasa te interesa dormir sobre una superficie limpia.