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El mundo de la belleza no deja de evolucionar, reinventarse y sacar nuevos términos; un vocabulario con…
El mundo de la belleza no deja de evolucionar, reinventarse y sacar nuevos términos; un vocabulario con el que debemos familiarizarnos si queremos estar a la última. La mayoría de estos nuevos términos de belleza provienen de la lengua inglesa, y es posible que algunos os suenen por haberlos escuchado ya en la calle o leído en revistas de moda y belleza.
Si os decimos layering, contouring, baking… ¿sabéis de qué estamos hablando o no os suenan de nada?
Si vuestra respuesta es la segunda opción, no os preocupéis: hoy os explicamos el significado de algunos de los términos más in en el vasto universo beauty. ¿Preparadas? ¡Tomad nota!
Baking: no, no, no. No tiene nada que ver con la repostería ni nada de eso. En realidad, este término se refiere a una técnica de maquillaje cuyo objetivo es conseguir un rostro sin imperfecciones ni arrugas. ¿Cómo se logra? Aplicando el corrector y dejándolo actuar durante 20-30 minutos antes de difuminarlo, para que la piel, con su calor, lo vaya absorbiendo y asimilando. De esta manera, dicen, se consigue un acabado más cubriente y perfecto.
Contouring: otro término inglés para referirse a la técnica de maquillaje más usada por las celebrities en los últimos tiempos. La mismísima Kim Kardashian se ha revelado como una verdadera fan y experta.
El contouring (o contorneado en castellano) consiste en resaltar con iluminador algunas zonas del rostro, como la frente, el puente de la nariz o los pómulos, a la vez que se sombrea con polvos otras zonas que se desea disimular, corregir o «hundir» ópticamente, como el hueso de la mejilla, las sienes o la barbilla.
Flash: además del dispositivo que ayuda a iluminar en fotografía, en el ámbito de la cosmética este término se refiere al efecto inmediato de piel bonita y resplandeciente que dejan algunos productos cosméticos, como ampollas o mascarillas. Ideales para darnos un aspecto de «buena cara» en un «plis-plas».
Layering: literalmente significa «hacer capas», y se refiere a una rutina de belleza muy utilizada por las japonesas y coreanas, consistente en aplicarse diferentes productos cosméticos, sobre todo sérums, uno tras otro, para cubrir todas las necesidades de la piel. Igual que el baking, requiere su tiempo. Así que no es apta para aquellas que van siempre con prisas.
Strobing: otra técnica de maquillaje que consiste en aplicar el iluminador estratégicamente en determinadas zonas del rostro para darle a la piel un aspecto jugoso y luminoso. Se podría decir que es una evolución del contouring, pero dejando a un lado los polvos terracotta y utilizando sólo el iluminador.