consejos de belleza | Cuidado de la piel | Sin categoría
La piel es el órgano más grande del cuerpo. Nos cubre por completo y ejerce una función…
Como hemos dicho, la piel protege al organismo de posibles agresiones del medio que puedan afectar a su equilibrio natural. Sin embargo, no es habitual saber que la piel puede desempeñar esa función protectora fundamental gracias a su mecanismo propio de hidratación.
Esto consigue que nos mantengamos sanos a pesar de los factores a los que estamos expuestos a diario. Pero, muchas veces, y dada la exposición que sufrimos, nuestra piel necesita que demos una ayuda extra que prevenga la sequedad, las grietas, la descamación, la tirantez e incluso la deshidratación. Por este motivo es fundamental hidratarse la piel a diario, independientemente de la época del año.
Además, con el paso de los años, la piel va perdiendo su capacidad para retener el agua. De esta misma forma, las calefacciones y el aire acondicionado facilitan la evaporación del agua de la piel. Si la piel no está equilibrada es más probable que presente signos como arrugas, manchas, flacidez o celulitis.
En estética, la hidratación después de la exfoliación es algo imprescindible. Como hemos explicado, la piel ya sufre diariamente agresiones que afectan a su mecanismo natural de hidratación. Cuando nos exfoliamos la piel, retiramos una gran capa de células muertas y suciedad, pero a veces también nos llevamos parte de los compuestos que protegen la epidermis desde la superficie. En estos casos dejamos la piel expuesta a los agentes externos y más vulnerable. Es entonces cuando hay que restablecer todas sus capacidades a través de la hidratación.