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Muchos de los problemas relacionados con la salud de las mujeres, son aquellos que tienen que ver…
Muchos de los problemas relacionados con la salud de las mujeres, son aquellos que tienen que ver con las hormonas. Estas sustancias químicas juegan un papel en nuestro bienestar, ya que se encargan de regular algunos procesos de nuestro cuerpo e influyen directamente en muchas etapas de nuestra vida, cambiando y alterándose cuando se produce, por ejemplo, un embarazo, o con la menopausia.
Sin embargo, hay otras situaciones que pueden afectar, en mayor o en menor medida, a nuestro equilibrio hormonal, como por ejemplo las épocas de mucho estrés, los medicamentos y anticonceptivos, o los cambios radicales en la alimentación.
Nuestro cuerpo, ya lo sabes, es muy sabio, y aunque no siempre podemos detectar de forma natural que padecemos un desequilibrio hormonal, éste suele mandarnos señales de que algo está alterándolo. Algunas de estas señales son:
Recuerda: la caída del cabello también puede desentrañar algún desequilibrio hormonal.
Es importante que, si detectas que puedes estar sufriendo algún tipo de cambio o trastorno hormonal, acudas a un especialista que te examine y diagnostique adecuadamente, para establecer, bajo su prescripción, una serie de medidas a seguir. Es importante dejarse asesorar para seguir sintiéndonos bien y que ninguno de estos desórdenes afecten a nuestro estado de salud.
Siempre dependiendo de tu situación particular (aquí se puede aplicar bien eso de que “cada mujer es un mundo”), te damos algunas claves que quizá contribuyan a mejorar esta situación:
Existen alimentos con capacidades que mejoran nuestro balance hormonal. Los carbohidratos (consumidos de forma moderada), las frutas y los vegetales, los ácidos grasos (beneficiosos, además de para las hormonas, para la salud en general) o la fibra (que ayudan a procesar y eliminar el exceso de hormonas que pueda existir en el organismo) serán siempre una buena opción.
Varios estudios advierten que consumir alcohol de forma habitual altera las hormonas, además de afectar a otros factores de nuestra belleza como el envejecimiento de la piel o la destrucción de células.
Si es posible todos los días y de tipo aeróbico, que contribuye a liberar químicos y a mejorar el estado de ánimo.
El estrés no tiene sólo efectos en nuestras hormonas, sino también en nuestra salud. Favorece la producción de demasiado cortisol que bloquea el estrógeno, por lo que se produce menos serotonina y esto altera, directamente, a nuestro estado de ánimo.
La cafeína puede agravar los problemas relacionados con el sueño que se desencadenan de los desequilibrios hormonales.
Siempre con protección y sin excederte, pero una buena dosis de sol al día puede ayudar a estabilizar las hormonas. ¿Cómo tomar el sol a la vez que haces ejercicio? Saliendo a caminar todos los días, por ejemplo.
Complementos a base de plantas como el diente de león o el extracto de palma, pueden ayudarte a devolverle el equilibrio a tu sistema hormonal.