Nutrición
¿Te sientes cansada a menudo? ¿Te irritas por cualquier cosa? ¿Te cuesta dormir y te despiertas tensa…
¿Te sientes cansada a menudo? ¿Te irritas por cualquier cosa? ¿Te cuesta dormir y te despiertas tensa o con dolor de cabeza? Todos estos síntomas pueden ser indicadores de que tu cuerpo está bajo de magnesio.
En realidad, la carencia de este mineral es bastante frecuente entre mujeres, sobre todo cuando estamos sometidas a altos niveles de estrés, seguimos dietas muy estrictas bajas en grasa o practicamos mucho deporte. Según los expertos, deberíamos consumir 320 mg de magnesio al día, mientras que rara vez superamos los 230 mg.
Esta deficiencia puede llegar a deteriorar nuestra salud y belleza, aunque tiene fácil solución: mejorar nuestros hábitos alimenticios, tratando de introducir en nuestras comidas o tentempiés alimentos ricos en magnesio como el alga kombu, las pipas de calabaza, las semillas de girasol, las almendras o los copos de avena.
Este mineral tiene un papel decisivo a la hora de transformar la glucosa de los alimentos en energía. En consecuencia, evita que se acumule en nuestro organismo en forma de grasa haciéndonos engordar y aumentar de peso.
El magnesio mejora notablemente el funcionamiento de los riñones favoreciendo la eliminación de líquidos y sustancias tóxicas del organismo.
El magnesio favorece los procesos digestivos, evitando la hinchazón y combatiendo el estreñimiento. Funciona como un laxante light que facilita la evacuación de los alimentos.
¡Y combate las arrugas! Un dos en uno vital para tu belleza, ya que el magnesio es imprescindible para fijar el calcio en los huesos y para sintetizar el colágeno (principal responsable de la firmeza de la piel).
Está demostrado que el magnesio tiene un efecto relajante sobre el sistema nervioso, ya que participa en la síntesis de la serotonina (“Hormona de la felicidad”).
Los nutricionistas aseguran que el magnesio ayuda a metabolizar los hidratos de carbono y las grasas que consumimos, transformándolas en energía. Así, al aumentar la ingesta de alimentos ricos en este mineral tu cuerpo experimentará un chute de vitalidad.
Llevar una vida desorganizada o sometida a mucho estrés puede hacer que nuestro cuerpo incremente el consumo de magnesio. Como contrapartida, este déficit puede hacer que aumenten nuestros niveles de aldosterona, una hormona que eleva la tensión arterial y el riesgo cardiovascular.